Estilo: Folk Metal
País: España
Vuelven Saurom y con un doble disco con 26 nuevas canciones (más un bonus) para el disfrute de sus fans, que son muchos a lo largo y ancho del mundo.
Este Sueños está dividido en dos partes tituladas Las Caricias del Alma y La Partitura Secreta.
Los discos están muy equilibrados en cuanto a la elección de las canciones, pero quizás hubiera preferido que uno recogiera las más fiesteras y juglarescas, y otro más serio, recordando así uno a su época inicial y el otro sus trabajos más maduros.
Y es que la diversidad de las composiciones es asombrosa, pues pasamos de temas que podrían haber entrado en El Guardián de las Melodías Perdidas o Juglar Metal, pero siempre bajo el aura de lo que es el sonido y la actitud de la banda hoy en día, como El Carnaval del Diablo, El Círculo Juglar o Latinoamérica Juglar, así como los temas más complejos, elaborados y serios de discos como Maryam u Once Romances, de esos podemos ver el ejemplo perfecto en canciones como La Isla de los Hombres Solos o El Beso.
También nos encontramos temas a medio camino, mismo camino que empezaron con Vida, su anterior álbum en el que aunaban su vena más madura y poética con temas festivos, y a la vez épicos y complejos; de este tipo encontramos composiciones como Paz, ¡Vive!, Náufrago o Sueños Perdidos.
Y como no, siendo tantas las canciones a analizar podemos ver canciones que llevan un nuevo sonido, más cercano al rock o con ciertos toques de pop como El Elixir, con unas guitarras nunca vistas en Saurom, o como ¡Por fin Viernes!, la más comercial del doble disco.
En definitiva, es un álbum con tantas canciones que por una parte puede parecer entretenido, pero por otra puede ser que no acabe nunca, y es que en mi humilde opinión deberían haberlo dividido como os comentaba antes y creo que sería mucho más ameno y podrías disfrutar de los temas según el ánimo que tengas en cada momento.
Este Sueños está dividido en dos partes tituladas Las Caricias del Alma y La Partitura Secreta.
Los discos están muy equilibrados en cuanto a la elección de las canciones, pero quizás hubiera preferido que uno recogiera las más fiesteras y juglarescas, y otro más serio, recordando así uno a su época inicial y el otro sus trabajos más maduros.
Y es que la diversidad de las composiciones es asombrosa, pues pasamos de temas que podrían haber entrado en El Guardián de las Melodías Perdidas o Juglar Metal, pero siempre bajo el aura de lo que es el sonido y la actitud de la banda hoy en día, como El Carnaval del Diablo, El Círculo Juglar o Latinoamérica Juglar, así como los temas más complejos, elaborados y serios de discos como Maryam u Once Romances, de esos podemos ver el ejemplo perfecto en canciones como La Isla de los Hombres Solos o El Beso.
También nos encontramos temas a medio camino, mismo camino que empezaron con Vida, su anterior álbum en el que aunaban su vena más madura y poética con temas festivos, y a la vez épicos y complejos; de este tipo encontramos composiciones como Paz, ¡Vive!, Náufrago o Sueños Perdidos.
Y como no, siendo tantas las canciones a analizar podemos ver canciones que llevan un nuevo sonido, más cercano al rock o con ciertos toques de pop como El Elixir, con unas guitarras nunca vistas en Saurom, o como ¡Por fin Viernes!, la más comercial del doble disco.
En definitiva, es un álbum con tantas canciones que por una parte puede parecer entretenido, pero por otra puede ser que no acabe nunca, y es que en mi humilde opinión deberían haberlo dividido como os comentaba antes y creo que sería mucho más ameno y podrías disfrutar de los temas según el ánimo que tengas en cada momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario